El auge de los huertos urbanos o en pequeños terrenos hace que mucha gente tenga inquietudes por cómo mejorarlos. Una vez que te adentras en el mundo de la horticultura descubres que hay mucho más de lo que habías imaginado. Es entonces cuando surgen las dudas sobre conceptos básicos. Una inquietud redundante entre los nuevos hortelanos es la diferencia entre compost, vermicompost y humus de lombriz. Vamos a tratar de arrojar luz sobre estos conceptos, y entre todos ellos intentaremos profundizar sobre la idea de tener una vermicompostadora en casa. Sus ventajas, sus inconvenientes y sus necesidades.
Compost y Humus
El compost es el estadio intermedio de la descomposición de la materia orgánica. Esto quiere decir que se obtiene de la descomposición de restos que alguna vez formaron parte de seres vivos. Ya sean de origen vegetal o animal. En si mismo constituye un excelente abono orgánico para el huerto.

El grado superior de la descomposición de la materia orgánica se denomina humus. Es superior al compost en poder de abonado, y más estable.
El proceso de compostaje se consigue de forma aeróbica (con presencia de oxigeno), por medio de bacterias que se reproducen en estas condiciones. Tratando de evitar la putrefacción que se produciría por un exceso de humedad, cambiando las condiciones a anaeróbicas.
Vermicompost y humus de lombriz
El vermicompost es el resultado de la introducción de lombrices en el proceso de compostaje. La lombriz se alimenta de la materia orgánica en descomposición, en este caso vegetal. En su natural proceso de nutrición la lombriz produce excrementos, que serían el vermicompost propiamente dicho. El estiércol de lombriz se compone de materia orgánica sin estabilizar.
El humus de lombriz es el resultado final de la humificación del vermicompost. Con la humificación se consigue la estabilidad del producto, a saber, un grado de descomposición tan elevado que la materia ya no sufre grandes transformaciones.
La humificación es llevada a cabo por microorganismos humificadores. Responsables de la estabilización de la Materia Orgánica Mineralizada. Convirtiéndola en sustancias húmicas, como son los ácidos húmicos, fracciones fúlvicas y huminas.
El vermicompost se humificará en condiciones optimas de temperatura (20ºC), humedad del 40%, protegido del sol y con buena aireación en unos tres meses.
Vermicompost en casa
Si queremos realizar nuestro propio humus en casa podemos tratar de hacernos una vermicompostadora nosotros mismos o adquirir una en el mercado.
Las más habituales son las de disposición vertical en cajoneras independientes. El funcionamiento es sencillo: Se comienza por llenar el cajón inferior, en el que previamente se ha introducido una colonia de lombrices, de forma progresiva. Es importante realizar este proceso de forma escalonada, para que las lombrices comiencen a reproducirse y puedan procesar la materia que introducimos.

Cuando la colonia de lombrices crece, aumentamos la cantidad de materia a aportar. La lombriz que utilizamos, que luego describiremos, es superficial. A medida que la materia orgánica nueva queda arriba y sus deposiciones quedan abajo ellas van subiendo. Cuando el cajón inferior se ha saturado comenzamos a llenar el siguiente nivel. Por unos orificios situados entre ambos las lombrices subirán.

Cuando el nivel queda libre de lombrices comenzará el proceso de humificación que transformará nuestro vermicompost en humus.
En pocos meses podremos usar nuestro humus de lombriz para fertilizar nuestros huertos y jardines, extrayendo el cajón inferior.

También es interesante disponer de algún sistema para recoger los lixiviados (líquidos que surgen en el proceso), pues el té de compost es un rico fertilizante líquido de gran utilidad.

La lombriz roja de california
Por último, para ir resolviendo otra de las dudas más frecuentes que me suelen preguntar, quiero presentaros a la responsable de todo este milagro. La lombriz roja de California.

Y es que no vale cualquier tipo de lombriz para nuestras vermicompostadoras. La gente suele decirme que sus terrenos tienen muchas lombrices y que van a recogerlas para hacer su propio humus, pero es un error común. No las saquéis de vuestras huertas, pues ahí están cumpliendo una función vital de aireación del terreno y de descomposición de la materia. Además, la lombriz de tierra autóctona moriría en nuestra compostadora.
Hoy en día es muy sencillo encontrar lombriz roja (Eisenia foetida) si preguntas en cualquier tienda especializada. Ella es la adecuada porque reúne todas las características que necesitamos: Es superficial, dócil (no tiende a escaparse), ingiere su peso diario en materia, devuelve el 55% de esa materia en abono, se alimenta casi de cualquier resto vegetal y se cría en condiciones de climas templados (soporta el frío y hasta 40ºC).
Por todo ello no es mala idea, si no te produce rechazo, tener una vermicompostadora incluso dentro de casa, para procesar todos tus residuos vegetales. No huele, no mancha, es ecológica y sobre todo nos aporta un excelente abono para nuestro huerto.
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